Las enfermedades periodontales son la principal causa de pérdida ósea en la cavidad bucal, si bien existen otras causas tales como dentaduras que no encajan correctamente y traumatismo facial. El procedimiento de colocación de injertos óseos es una excelente forma de reemplazar el tejido óseo perdido y fomentar el crecimiento óseo natural. La colocación de injertos óseos es un procedimiento versátil y predecible que cumple una amplia variedad de funciones.
Un injerto óseo podría requerirse para crear una base estable para la colocación de implantes dentales, para frenar la progresión de las enfermedades gingivales o para lograr que la sonrisa se vea más estética.
Existen distintos tipos de injertos óseos en odontología. Los siguientes son los más frecuentes:
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Injerto óseo autógeno: en este tipo de injerto, el hueso se extirpa de alguna otra parte del cuerpo y se implanta en la boca. Los lugares frecuentes de los que se extraen injertos óseos incluyen la región ilíaca de la pelvis, la barbilla y las zonas de la mandíbula que alojan a los terceros molares posteriores. Si se necesitan extraer grandes cantidades de hueso, generalmente se utiliza la cadera o el hueso de la canilla (la tibia).
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Aloinjerto: puede crearse un hueso sintético (artificial) en el laboratorio y utilizarse en el procedimiento de colocación de injerto óseo. El hueso también puede obtenerse de un banco de huesos (huesos de cadáveres).
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Xenoinjerto: se trata de la implantación de hueso bovino (de vaca). Los xenoinjertos son perfectamente seguros y se han utilizado con buenos resultados. Se puede obtener gran cantidad de hueso sin necesidad de un lugar secundario para extraer el injerto.
Motivos para la colocación de injertos óseos
Existe una amplia variedad de motivos por los cuales la colocación de injertos óseos podría ser la mejor opción para restaurar el hueso maxilar.
Implantes dentales: los implantes constituyen el método preferido de reemplazo de piezas dentales faltantes, ya que restauran la funcionalidad completa de la boca. Sin embargo, los implantes deben fijarse firmemente en el maxilar para ser eficaces. Si el maxilar no cuenta con huesos de la suficiente calidad o cantidad, la colocación de injertos óseos puede reforzar y engrosar el lugar del implante.
Elevación del seno maxilar: este procedimiento consiste en elevar la membrana sinusal y colocar un injerto óseo en el suelo del seno maxilar para colocar firmemente los implantes.
Aumento de reborde alveolar: los rebordes alveolares del hueso pueden producirse debido a un traumatismo, lesión, defecto congénito o enfermedad periodontal grave. El injerto óseo se utiliza para rellenar el reborde alveolar y darle al maxilar una forma uniforme.
Reposicionamiento del nervio: si el nervio alveolar inferior debe moverse para permitir la colocación de implantes, podría ser necesario un injerto óseo. El nervio alveolar inferior proporciona sensibilidad a la barbilla y el labio inferior.
¿Qué implica el tratamiento de colocación de injertos óseos?
La colocación de injertos óseos es un procedimiento simple que puede realizarse bajo anestesia local. Sin embargo, si se requiere la colocación de gran cantidad de hueso a modo de injerto, generalmente se necesita anestesia general.
En primer lugar, deben recolectarse o prepararse los injertos para la colocación. Se realiza una pequeña incisión en el tejido de las encías y luego se separan suavemente del hueso. A continuación, se coloca el injerto óseo en el lugar afectado.
El proceso de regeneración ósea puede favorecerse mediante:
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La regeneración del tejido gingival/óseo: se coloca una fina barrera (membrana) por debajo de la línea de las encías sobre el injerto. Esta barrera crea suficiente espacio como para que el tejido sano crezca y separa el tejido gingival de rápido crecimiento de las fibras que crecen con mayor lentitud. Esto significa que las células óseas pueden migrar a la zona protegida y crecer de forma natural.
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Proteínas estimulantes de tejidos: las proteínas de la matriz del esmalte se producen durante el desarrollo dentario natural. Emdogain es un derivado de proteínas de la matriz que generalmente se coloca en el lugar afectado antes de coser la encía. Este producto media la formación de cemento acelular en la pieza dental, el cual constituye la base para la adhesión periodontal. Las proteínas estimulantes de tejidos ayudan a crear el apoyo perdido en zonas afectadas por defectos periodontales.
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Factores de crecimiento ricos en plaquetas: puede emplearse un líquido con alta concentración de plaquetas para crear un coágulo sanguíneo en el lugar de una herida. Recientemente se ha descubierto que los factores de crecimiento ricos en plaquetas también estimulan el crecimiento óseo —lo cual implica un injerto más denso en menor tiempo.
La encía se cose en su lugar y se programa una consulta de seguimiento dentro de los 10 días para evaluar el progreso. La colocación de injertos óseos es un tratamiento altamente exitoso y una buena base para otras restauraciones periodontales.
Si tiene alguna pregunta acerca de la colocación de injertos óseos, consulte a su odontólogo.