La prevalencia de las caries entre niños en edad preescolar es cada vez mayor. Las caries, además de ser molestas y dolorosas, provocan problemas más graves, como la pérdida prematura de piezas dentales y enfermedades periodontales infantiles.
Los selladores dentales son una herramienta importante para combatir las caries y las perforaciones dentales infantiles. Los selladores pueden fortalecer las defensas naturales de la boca y mantener una sonrisa saludable, en especial cuando se usan en combinación con otras medidas preventivas, como los controles semestrales y una rutina de limpieza dental diaria en casa.
¿Cómo protegen los selladores a las piezas dentales de los niños?
En general, los selladores dentales se utilizan para proteger los molares de las bacterias y los ácidos bucales perjudiciales. Estas piezas dentales, más grandes y más planas, se ubican en la parte posterior de la boca y pueden ser difíciles de limpiar. Los molares sufren caries en cuatro de cada cinco casos. A menudo, las bacterias que causan las caries se encuentran en los huecos y ranuras (hoyos y fisuras) ubicados en la superficie de masticación de los molares. Es extremadamente difícil acceder a esas áreas con un cepillo de dientes normal.
Si el odontólogo pediátrico considera que un niño tiene un riesgo alto de que se le produzcan caries, puede optar por cubrir más piezas dentales (por ejemplo, los premolares). El sellador actúa como una barrera, ya que asegura que las partículas de los alimentos y las bacterias bucales no puedan acceder al esmalte de las piezas dentales vulnerables.
Los selladores dentales no mejoran directamente la salud de las piezas dentales y no se deben usar como sustitutos de los suplementos de flúor (si el odontólogo los recomendó) o del cuidado bucal general. Sin embargo, los selladores suelen ser menos costosos, menos incómodos y más estéticos que los empastes dentales.
¿Cómo se aplican los selladores?
Aunque hay muchos tipos diferentes de selladores dentales, la mayoría están compuestos de plástico líquido. En un principio, el odontólogo pediátrico debe limpiar y preparar con cuidado los molares antes de cubrir la pieza dental con sellador. Algunos selladores son rosa brillante cuando están húmedos, y claros cuando se secan. Ese color rosa brillante permite al odontólogo ver que se hayan cubierto completamente todos los hoyos y las fisuras.
Cuando cada pieza dental a tratar se haya cubierto a satisfacción del odontólogo, se deja que el sellador se endurezca por sí solo o se lo expone a luz natural de espectro de luz azul durante varios segundos (según la composición química de la marca específica). La luz especializada endurece el sellador y cura el plástico. El resultado final es una capa incolora (o blancuzca) de sellador delgado, firme y durable.
Debemos mencionar que el procedimiento de “sellado” se realiza fácilmente en una visita al consultorio y es completamente indoloro.
¿Cuándo se debe aplicar un sellador?
Los selladores se suelen aplicar cuando aparecen los molares de leche (primarios). Según cuáles sean los hábitos orales del niño, el sellador podría durar toda la vida del diente de leche o podría ser necesario volver a aplicarlo varias veces. Esencialmente, la durabilidad del sellado depende de los hábitos orales de cada niño.
Los odontólogos pediátricos recomiendan sellar los molares permanentes apenas aparezcan. En algunos casos, el sellador se puede aplicar antes de que el molar permanente haya terminado de crecer.
El estado del sellador se debe controlar durante consultas semestrales. Si el sellado se comienza a despegar, pueden quedar atrapadas las partículas de alimentos contra el esmalte de la pieza dental y causar caries.
Si tiene alguna pregunta o inquietud acerca de los selladores dentales, consulte a su odontólogo pediátrico.